CAMPISÁBALOS antes fue Tiermes

Campisábalos (Guadalajara) fue declarado, por la OMS, en 2018 el municipio con el aire más puro de Europa.

Está situado en la Sierra de la Pela a más de 1.400 metros de altitud y se encuentra en los límites con las provincias de Soria y Segovia, de hecho administrativamente se encuadró en la provincia de Soria hasta que en 1833 Javier Burgos la incluyó en Guadalajara. La localidad da cobijo a 60 vecinos a los que llaman calabreses.

Dicen que en tiempos de la Edad de Hierro, el término municipal formó parte de la ciudad celtíbera de Tiermes, cabecera entre el valle del Duero y el del Tajo.

Fue por tanto un “oppidum” celtibérico, tal como se llamaba a los lugares elevados, colinas o mesetas, cuyas defensas naturales se veían reforzadas por la intervención del ser humano. Los oppida se establecían, generalmente, para el dominio de tierras aptas para el cultivo o como refugio fortificado que podía tener partes habitables.

En tiempos de los romanos, fue “municipium”, manteniendo las instituciones políticas y administrativas romanas aunque con menor prestigio que una colonia. A sus habitantes se les conocía como termestinos.

Tras la descomposición del califato, en tiempos de los musulmanes, formó parte de la taifa de Toledo, hasta el siglo XII, cuando se creó la Comunidad de Villa y Tierra de Atienza, momento en el que surgió Campisábalos.

De todo el espacio ocupado por lo que fue Tiermes, una parte de él, hoy en la provincia de Soria, se mantiene con el nombre de Montejo de Tiermes y todo lo que queda en pie de aquella época es una ermita románica, en la localidad soriana, que antes fue iglesia, pero que perdió esta cualidad al quedar en despoblado en el siglo XVI, auqneu un siglo más tarde, Campisábalos, estaba tan repoblada que incluso contaba con un hospital.

Hoy esta localidad guadalajareña forma parte de la Ruta del Románico Rural, con uno de los elementos más originales de la provincia, la iglesia de San Bartolomé, del siglo XII, que tiene en el exterior un friso conocido como “el mensario”. Se trata de un calendario agrícola único en su género, que representa escenas de la vida agrícola y ganadera según los meses del año.

P. Moratilla


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