La belleza de la Catedral de Cuenca, aún “inconclusa”

La catedral de Cuenca, de la que dicen “inacabada”, tiene una larga historia que se remonta al año 1177, cuando Alfonso VIII conquista para la cristiandad la ciudad de Cuenca, hasta entonces en manos de los musulmanes.

Poco después, en 1183, se constituye como sede episcopal. Era necesario crear por tanto un templo con la categoría necesaria y fue la esposa del rey, Leonor Plantagenet, hija del rey de Inglaterra y hermana de Ricardo Corazón de León y Juan Sin Miedo, quien dio las primeras ideas para la construcción de una catedral.

Con su idea, la reina de origen inglés, trajo la primera construcción gótica a España, ya que hasta ese momento la arquitectura española era románica. Construcción que cuenta con 120 metros de largo, 36 de alto y 10.000 metros cuadrados de superficie.

En el año 1196 se colocó la primera piedra, y tras 61 años de trabajo se terminó en 1257. Doscientos años después, ya en el siglo XV, fue necesario reconstruir la cabecera de la catedral y en el XVII se le sumaron dos torres de estilo barroco, junto con la reforma de la fachada principal y la construcción de la capilla de El Sagrario. En el siglo XVIII se creó un nuevo altar. Ese fue el momento en el que podemos decir, que la catedral estaba completamente terminada.

Ya en el siglo XX, se hizo necesaria una nueva restauración, que nunca se llevó a cabo por falta de medios económicos.

El 13 de abril de 1902 cuatro niños tocaban las campanas desde la torre de Giraldo. María, la hija del campanero de 20 años, Gregorio de 10 y Reyes de 8, junto con José y Alejando. Según tocaban las campanas comenzó a caer arenilla primero y después piedras, por lo que María gritó “¡salid de aquí que esto se cae¡” y así ocurrió.

En ese accidente fallecieron José de 11 años, Segundo (10 años) y María, la hija del campanero (22 años).

En días posteriores, fueron rescatados de entre los escombros, Francisco, que nunca antes había subido al campanario. Reyes que estaba con su hermano y recordaba años después, que fue un hombre quien les dijo que podían subir al campanario.

El último en ser rescatado fue Gregorio, tras dos días sepultado, había repicado las campanas junto con María y fueron los primeros en ver como caía arena de una gran grieta del techo.

La torre de El Giraldo se desplomó, llevándose por delante la fachada principal de la catedral. Años más tarde comenzó a reconstruirse, siguiendo el modelo original. El arquitecto que dirigía las obras, murió y la falta de fondos obligó a una paralización de la obra que dejaron el tempo inacabado, porque aún siguen faltando dos torres, terminar la fachada principal y dos naves laterales más altas que den más luz al interior de la catedral .

Cuando se contempla la Catedral de Cuenca y su belleza, la mente nos lleva a intentar calcular cómo sería si estuviera completamente terminada, aunque su imagen actual, se ha convertido en seña de identidad de los conquenses de esta, nuestra época.

No es la única obra de arte inacabada, sino que tiene su propia banda sonora ¿Qué tal contemplar la Catedral de Cuenca, con la música de fondo de la Sinfonía Inacabada de Schubert?.  

P. Moratilla


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