ALCANTUD y sus baños

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Alcantud es un pueblo de Cuenca con 72 habitantes que le profesa solemnidad a la Virgen de los Afligidos, imagen que se encuentra en una parroquia que aunque conserva la estructura románica, pertenece al siglo XVI, el mismo siglo a partir del cual se tiene noticias de la existencia del municipio.

Está situada en el límite con la provincia de Guadalajara, y en su término municipal se han encontrado ruinas romanas que aún están por analizar. Un lugar que atraviesa el fío Guadiela, afluente del Tajo y cuyas aguas forman el embalse de Buendía para desembocar después en Bolarque, de donde sale parte de su agua para el trasvase Tajo-Segura.

Muy cerca del pueblo se inician las sendas que nos conducen a la Hoz de Los Toriles y a la Hoz de Tragavivos, esta última da continuidad a la Hoz de Beteta a lo largo del río Guadiela.

Es uno de los 69 pueblos de Castilla-La Mancha en los que no vive ningún menor de 20 años y uno de los 35 de la provincia de Cuenca que aún no ha retirado la simbología franquista de sus calles.

Pero si algo ha hecho conocido a este lugar han sido sus aguas termales de las que Pascual Madoz contaba que se hallaban a «unos 500 pasos de la población a la falda de un cerro poblado de pinos y carrascas, en un sitio apacible y alegre«, explicaba el político que el agua salía hirviendo de un hoyo de bastante capacidad y su porción es del grueso de una pierna, pero la pila era pequeña y enlosada, estaba al aire libre y no había comodidad alguna para los bañistas.

Las aguas podían tomarse solas, bebidas, en baño, o embarrándose la parte afectada de la dolencia. Sus resultados serán ya en la época admirables, especialmente en los dolores reumáticos y afecciones herpéticas entre otras muchas afecciones de las que especifica que  «ningún enfermo que acuda a este establecimiento con dolencias de las clases que hemos enumerado, sale de el sin haberse curado radicalmente, o al menos mejorado mucho de ellas”. Madoz nos informa que en la temporada de 1844 más de 800 personas tomaron estos baños.

Todo ello se vio transformado con posterioridad, para hacer todo un lujo de aquellas aguas termales y hoy se publicitan como apropiadas para afecciones digestivas, renales y reumáticas, con técnicas de  hidromasaje, Chorro a presión, Ducha circular, Masaje manual, Nebulizaciones y Parafangos.

P. Moratilla

 


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