Villalba de la Sierra (Cuenca) es considerado la puerta de entrada de la Alta Serranía. Se encuentra situado en un escenario natural poco comparable porque es más bien único. Se trata de la Sierra de las Majadas. A tres kilómetros de la localidad se encuentra el conocido “Ventano del Diablo”, mirador natural de la hoz del Júcar, poco recomendable para quienes sufren de acrofobia o vértigo.
Para estos tal vez sea más recomendable “El Remolino”, espacio natural incluido en la Red Natura 2000, que dispone de área recreativa; aunque si es verano tal vez lo mejor sea “El Tablazo”, piscina natural de aguas cristalinas. Para recrear la vista tiene “La Noria” y si se trata de hacer ejercicio “El Sendero” desde el que además podremos contemplar una gran extensión de la Serranía conquense y buscar la llamada piedra “Yunque”.
Allí acudió en 1926 el rey Alfonso XIII. Rey desde su nacimiento, aunque asumió el poder a los 17 años y lo ejerció hasta que se proclamó la segunda república en 1931. El objetivo del monarca fue inaugurar una de las zonas más llamativas de esta localidad como es el Poblado del Salto de Villalba, donde se encuentra la central hidroeléctrica.
Se trata de un conjunto armonioso en plena naturaleza compuesto por 6 edificios; 5 de ellos de dos plantas y cada uno con dos viviendas adosadas y 1 de una sola planta, además está el edificio conocido como “El Hotel”, que fue lugar de residencia de los ingenieros; un edificio destinado a la central de las instalaciones eléctricas; Iglesia-capilla; un puente; una presa; las escuelas y las oficinas.
Todo el conjunto fue construido en estilo neoplateresco, influenciado por el palacio de Monterrey.
Actualmente es propiedad de Unión Fenosa y mantiene su uso principal de generación de energía eléctrica y las viviendas de los ingenieros son utilizadas como residencia de verano de los trabajadores.
P. Moratilla
Agua Luz y Viento 