LORANCA DE TAJUÑA y la Librería de Felipa

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Al encontrarme con Loranca de Tajuña (Guadalajara), no pude evitar acordarme de una mujer nacida en esa tierra. En ese lugar situado en la margen derecha del río Tajuña, afluente del Jarama que es a su vez afluente del Tajo. Ella era Felipa «La librera» Tuve la oportunidad de conocerla, buscando un libro difícil de conseguir en una librería al uso. Mi amigo Manolo me acompañó al número 16 de la calle de los Libreros en Madrid, y entré en aquel pequeño lugar, donde cada ínfima parte de espacio estaba ocupado por sus libros. Muchos… antiguos, raros, difíciles y de segunda mano;  pero todos ellos con un olor muy especial. Allí no había caja registradora, calculadora ni internet.

Felipa Polo Asenjo, era definida como autodidacta, enjuta, con muy buena memoria y temperamental, nació en Loranca de Tajuña y se quedó huérfana de padre y de madre a los 3 años de edad. Tras estar acogida durante un tiempo en Madrid, en un colegio de huérfanos, entró a trabajar en la Librería Doña Pepita, hasta que en 1944, con 33 años abrió su propia Librería «Felipa» en la planta baja de su casa a la que se accedía a través de una escalera de caracol.

Dicen, que eran tal las colas para entrar en aquella librería, que en ellas se consolidaron muchas parejas de estudiantes, algunos de los cuales son hoy doctores, catedráticos o profesores.

Siempre tuvo predilección por los «suyos», cuando decía «Dejad pasar primero al de Guadalajara…», y prestaba a los estudiantes con pocos medios los libros necesarios para preparar los exámenes.

Nadie nunca pudo imaginar que una loranqueña vendiera tantos libros y durante tanto tiempo, como para ser reconocida ahora junto con sus compañeras de ventas en la misma calle, todas ellas solteras, sin hijos y dedicadas exclusivamente a la venta de libros. La actual alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, ha decidió un Dia del Libro, cambiar el nombre de la calle «Libreros», por el de calle «Libreras», además de instalar una placa en su fachada como reconocimiento a su labor.

Un trocito de Loranca de Tajuña, se encuentra hoy en Madrid, en la calle de Las Libreras.

P. Moratilla


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