MONTEAGUDO DE LAS SALINAS y el copero de Pedro I

page.jpg

Monteagudo de las Salinas, es una localidad conquense con algo más de 100 habitantes. Durante el siglo XII fue señorío perteneciente a Garci Fernández de Villodre, casado con Inés Manuel de Villena. Todo lo que se sabe del señor de Monteagudo de las Salinas es que fue copero del rey, es decir el oficial de alto rango en la corte real, cuya tarea era servir las bebidas en la mesa. A causa del temor constante a las conspiraciones e intrigas, el copero debía ser considerado de total  confianza para poder mantener su posición, ya que debía proteger la copa del rey ante el riesgo de envenenamientos. Fernández de Villodre era además alférez y mayordomo de Pedro I y se encontraba con él cuando su hermano Enrique le arrebató la vida y la corona en el castillo de Montiel  llegando incluso a ser encarcelado tras la muerte de Pedro.

Es muy probable que el castillo que hoy preside su paisaje fuera mandado construir por el, al coincidir en el tiempo su señorío en Monteagudo con el del origen de esta edificación que data igualmente del siglo XII aunque tuvo reformas posteriores durante los siglos XIV y XV.

Pero si hay algo que ha distinguido en el tiempo a Monteagudo son precisamente sus salinas de las que, además de tomar su nombre, existe constancia desde un siglo antes de ser señorío y de la construcción del castillo.

Ya en 1220 la corona otorgaba una cantidad fija al obispado, procedente de la renta de estas salinas. Durante el siglo XIX se reseñó una producción de 7.000 fanegas de sal aunque a lo largo del siglo XX llegó a alcanzar los 200.000 kilos de sal anuales.

De ella hoy solo se conserva el pequeño edificio que albergaba la boca del manantial y el almacén, un caserón del siglo XVII que conserva la cubierta de madera original. Todo ello construido sin usar hierro para evitar la herrumbre propiciada por la sal.

Monteagudo de las Salinas es además el punto de partida del Camino Jacobeo de la Ruta de la Lana. La ruta ganadera que seguían los esquiladores, ganaderos y comerciantes relacionados con la lana y los derivados de esta. Unía La Mancha con Burgos, capital comercial de la luna durante los siglos XVI y XVII.

Aqui fue donde Francisco Patiño, María Franchis y Sebastián de la Huerta iniciaron la primera peregrinación en la primavera de 1624.

P. Moratilla

 


Deja un comentario