CAMPOS DEL PARAISO. Un municipio y cinco localidades

Campos del Paraíso (Cuenca) es la unión de cuatro localidades: Carrascosa del Campo, cabeza del municipio, Valparaíso de Arriba, Valparaíso de Abajo, Loranca del Campo y Olmedilla del Campo. Se incluyen en su término municipal además tres despoblados: Valdejudíos, aldea despoblada a finales del siglo XIX; Villaverde que fue un poblado en el siglo XIII y Muela de Pulpón que tiene un yacimiento arqueológico hispanorromano. Todos ellos quedaron incluidos en el municipio de Campos del Paraíso en 1971, por decisión gubernamental, cuando los vecinos aún no podían dar su opinión.

Entre todos ellos suman un total de 718 habitantes, la mayor parte en la cabeza del municipio.

Carrascosa del Campo fue aldea de Huete hasta el siglo XVI. Cuentan que allí se libró la Batalla de Capas, en el siglo XIII,  en la que el ejército cristiano, encabezado por el rey Alfonso VIII. Su objetivo no era otro que la reconquista del territorio de Huete, algo que consiguieron, quedando estas tierras por tanto incorporadas a partir de ese momento al Reino de Castilla.  

Siglos más tarde, la localidad fue el escenario en el que nació Alvar García de Albornoz, apodado “El viejo”. Mayordomo real y embajador de Alfonso XI en Francia, encargado, en aquellos tiempos, de pactar el matrimonio entre el rey castellano Pedro I y la francesa Blanca de Borbón.

Durante los siglos XV y XVI estas tierras pertenecieron a los Duques del Infantado. Pero sin lugar a dudas de entre todos los acontecimientos acaecidos en el lugar, el más trágico ocurrió el 12 de enero de 1809, en plena Guerra de la Independencia con los franceses.

Todos los vecinos del lugar fueron retenidos por los franceses, esa noche, en el Monasterio de Uclés, aunque consiguieron escapar para atrincherarse en la Iglesia de Carrascosa. Los franceses, más fuertes por su número de efectivos, terminaron asesinando a gran parte de los vecinos, dejando notablemente mermada la población del lugar, ya que los pocos que quedaron vivos, tuvieron que emigrar, tras haber sido saqueadas e incendiadas sus casas.

P. Moratilla G.


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