ILLESCAS y la Virgen de la Caridad

Illescas es el tercer municipio más poblado de la provincia de Toledo, tras la capital y Talavera de la Reina. Es también la cabecera de la comarca de La Sagra y está situado a mitad de camino entre Toledo y Madrid, del que le separan 40 kilómetros de la Puerta del Sol.

Cuentan que durante la época árabe, Illescas tenía alcázar y fortificaciones. En tiempos de la Reconquista Alfonso VI mandó construir el Arco de Ugena además de amurallar la localidad, al considerarlo un bastión importante en la defensa de Toledo. En este tiempo la localidad pasó a formar parte del Señorío Arzobispal hasta que en 1575 pasó a tener jurisdicción real, pero perdió el favor de la monarquía a causa de la Guerra de las Comunidades, debido a que el capitán comunero, a las órdenes de Padilla, Francisco Guzmán era vecino del lugar.

En tiempos de la Guerra de la Independencia el ejército francés desmanteló su monasterio de los franciscanos descalzos.

Testigo de todo ello ha sido la patrona del lugar, la Virgen de la Caridad.Cuenta la leyenda que la patrona de Illescas, fue hecha por el evangelista San Lucas de Antioquía y traída a Toledo por San Pedro apóstol. Lo cierto es que la imagen perteneció a San Ildefonso, patrón de Toledo, que fue quien precisamente en el año 636 fundó un monasterio en la localidad, donde colocó la imagen. Años más tarde el cardenal Cisneros trasladó la imagen al Hospital de la Caridad que acababa de construir y más recientemente a la parroquia del lugar.

En la actualidad existen dos imágenes idénticas; una es la existente en Illescas y otra es la patrona de Cuba, conocida como La Caridad del Cobre. ¿Cómo es posible que así sea con la distancia que las separa?

Cuentan que el 3 de mayo de 1597 el rey Felipe II ordenó a Francisco Sánchez de Moya, natural de Illescas y capitán de artillería, acudir a calmar las revueltas de Minas en la Sierra del Cobre, para defender las costas de los ataques de los piratas ingleses y también le encomendó crear en el lugar una iglesia.

Por esta razón el capitán mandó tallar una réplica idéntica de su patrona, la Virgen de la Caridad, que lo acompañó en la travesía y allí permanece a pesar del transcurso del tiempo.

P. Moratilla


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