Pajarón, ubicado en la Serranía Baja conquense, da nombre a una famosa batalla que tuvo lugar el 21 de agosto de 1289 entre Alfonso III de Aragón y Sancho IV de Castilla.
Esta fue una etapa convulsa entre los reinos de Aragón y Castilla. En este caso el origen del conflicto fue la intención del reino de Aragón de anexionar las tierras murcianas.
El Rey Aragonés ya había conquistado y ocupado la isla de Menorca, y decidió “acosar” a Castilla a través de las tierras de Cuenca y Soria en un intento de controlar también el señorío de Vizcaya.
Las tropas de Alfonso III de Aragón, tenían al mando a Diego López de Haro al que llamaban el Intruso, un ricohombre castellano, que era hijo del señor de Vizcaya. Llegó incluso a ser adelantado mayor de Castilla y fundador de la villa de Bilbao.
Mientras que las tropas castellanas, estaban comandadas por el caballero gallego Rui Páez de Sotomayor, justicia mayor de Castilla y leal consejero del señor de Vizcaya.
Cuenta la historia que aragoneses y castellanos estuvieron moviéndose durante toda la noche por estas tierras, hasta que llegaron a una gran explanada, a las faldas del cerro de San Cristóbal, donde se encuentra el castillo de Pajarón. Una edificación del siglo XII y de origen árabe que servía al camino de La Mancha-Andalucía.
Allí se desarrolló una cruenta batalla que terminó con la vida de Rui Páez de Sotomayor y la victoria de los aragoneses.
En el año 2009 cuando se cumplía el 720 aniversario de la batalla, el Ayuntamiento colocó una placa en la fachada del Ayuntamiento en la que relata: “perseguidos durante toda la tarde-noche, llegaron hasta la gran explanada en la que se divisaba la aldea de Pajarón, siendo finalmente su fortaleza, donde las tropas aragonesas vencerían definitivamente a las Castellanas”.
P. Moratilla
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