Hablar de Carmina Useros es hablar de una mujer adelantada a su tiempo; de esas que fueron abriendo camino a las que fuimos llegado después. Polifacética pero centrada en el mundo del arte. Escritora, ceramista, filósofa, pintora, gestora cultural e investigadora de tradiciones gastronómicas, artesanas y culturales de Albacete, además de una de las primeras gastrónomas españolas.
Nació en Albacete en 1928 y fue maestra de escuela, tras haber estudiado Filosofía y Letras en la Universidad Complutense de Madrid.
En la década de los 50 se dedicó a enseñar a leer y escribir todas aquellas mujeres que tuvieron que abandonar la escuela por el estallido de la Guerra Civil.
Se casó con el oftalmólogo Manuel Belmonte, con quien tuvo 5 hijos y con el que en los años 60 comenzó a recorrer cada rincón de la provincia de Albacete para escribir, entre otras cosas, las “Mil recetas de Albacete y su provincia”. Así viajando por la provincia descubrieron y recuperaron las Cuevas del Agujero de Chinchilla de Montearagón, para convertirlas en una galería de arte.
En 1970 fue la única mujer que firmó el manifiesto de la Platajunta de oposición al régimen franquista. Coalición que surgió como fruto de la fusión de la Junta Democrática de España (establecida en 1974 por el PCE y distintas figuras vinculadas a Don Juan de Borbón, con la adhesión de otras formaciones y personalidades independientes) con la Plataforma de Convergencia Democrática (creada en 1975, por el PSOE, el Movimiento Comunista, democristianos y socialdemócratas); que tenía como objetivos la amnistía, la libertad política y la convocatoria de elecciones a Cortes Constituyentes.
En 1971 organizó la I Ruta del Quijote, para dar difusión a la obra de Cervantes. Eran los tiempos en los que compartía su tiempo cocinando para una institución benéfica de la ciudad de Albacete.
Poco después escribió “En busca de la Artesanía de Albacete”.
El escritor Vázquez Montalbán habla de ella en su libro “La Rosa de Alejandría” y la define como la “eximia Carmina Useros, Ilustre excelente”.
Todo un ejemplo de vida… en el que recogió paisajes, artesanía, gastronomía y literatura, dejando un magnífico legado junto con un número considerable de amigos en la tierra.
P. Moratilla
Agua Luz y Viento 