Vocabulario castellano-manchego: «PIJO»

Dice la Real Academia de la Lengua que “pijo” es esa persona que viste, se comporta o habla de una manera especial, manifestado en ello el gusto por una posición social adinerada, en especial cuando se es joven.

Puede ser un “pijo” real, o simplemente alguien que hubiera querido serlo e imita su habla para aparentar una riqueza de la que en realidad carece. En ambos casos son “pijos” aunque el segundo está peor visto que el primero. Estos suelen tener ese acento en el que se marcan mucho las “S”, las “D” o las “Z” y se utilizan expresiones como “te lo juro por Snoopy”, “osea”, “¿vale?”, “ains” o “super-mega…”,entre otras. Todo ello con un marcado tono nasal.

Utilizada como adjetivo sería una acción propia o característica de un “pijo” y de forma coloquial tendría el significado de “poco o nada”, como por ejemplo en la expresión “me importa un pijo” o “no se ve un pijo”.

Sin embargo en nuestra tierra la palabra “Pijo”, además de todo esto y de ser un mote habitual en nuestros pueblos, suele ser una palabra muy socorrida, con un montón de acepciones, según las zonas geográficas.

Así el “pijo” castellano-manchego puede ser utilizado además como interjección de sorpresa, con la exclamación de “¡pero pijo!”, denotando incredulidad o perplejidad, pero también puede ser utilizado para negar rotundamente con un “¡Y un pijo!”. Incluso puede ser utilizada para mandar a alguien lejos o a un sitio desagradable de forma refinada y sin citar elementos escatológicos. Así en la expresión conocida por todo el mundo de “vete a la…” se sustituye la palabra mal sonante y queda la expresión de ¡Vete al pijo!

Es evidente que la palabra “pijo” puede dar mucho juego en Castilla-La Mancha utilizándose como sinónimo de burgués, pero sobre todo como sinónimo de “caramba”  de “para nada” o de “excremento y heces”.  

P. Moratilla


Deja un comentario