Los tesoros ocultos bajo del mar…

Existen muchas dudas sobre los barcos españoles hundidos por el mundo, de los que casi 700 están hundidos en las costas de América, pero de todos ellos solo están documentados el 23% a través de restos arqueológicos. El resto sigue guardando el silencio de los justos, en algún lugar del mapa y con desconocimiento pleno de lo que albergan en su interior.

De todos estos, la inmensa mayoría están en las aguas jurisdiccionales de Cuba, donde se han encontrado 249, en la costa Atlántica de Estados Unidos han sido 153. Entre Texas, Luisiana, Misisipi, Florida, Georgia y Alabama hay un total de 150. En Panamá 66 y junto a la isla de La Española 63.

El Ministerio de Cultura, tiene las ubicaciones y el nombre de las naves, el tipo de barco, el nombre del capitán, el armamento que portaban, la carga embarcada, la tripulación y los pasajeros que viajaban en ellos.

La Subdirección General de Patrimonio Histórico, solo ha terminado una parte de lo que será en el futuro este archivo llamado de “patrimonio cultural sumergido” de España.

Este patrimonio sumergido comprende todo los rastros de existencia humana que tengan carácter cultural, histórico o arqueológico que hayan estado bajo el agua parcial o totalmente al menos durante 100 años. Piezas de museo que se encuentran expuestas al expolio de compañías privadas de “cazadores de tesoros”.

Réplica del Galeón San Salvador

Entre ellos se encuentra el Galeón San Salvador, perteneciente a la Armada Invencible que fue capturado por los británicos y que se perdió en el Canal de la Mancha en 1588, tras explotar el almacén de pólvora que portaba. En él murieron 72 personas.

Naufrágio del N.S. de Atocha

El Nuestra Señora de Atocha, perteneciente a la flota de las Indias, fue hundido en 1622 en las costas de Florida, fue descubierto en 1985 por Mel Fisher, tras haberle seguido la pista durante 16 años. En su interior guardaba un importante cargamento de monedas de oro y plata valoradas en 500 millones de dólares. El barco se había hundido con 265 personas a bordo de los que solo se salvaron 5.

N.S. del Juncal

También está el Nuestra Señora del Juncal, hundido en las costas de México en 1631. Se dirigía a España cargado con más de un millón de monedas de plata y reales. En él viajaban 300 pasajeros de los que solo se salvaron 39. Actualmente España y México tienen firmado un acuerdo para su recuperación.

San Telmo

El San Telmo, hundido en el Cabo de Hornos en 1819 con 644 marineros, entre los que no hubo supervivientes, aunque se les considera los descubridores de esta región Antártica chilena. En su busca han actuado varias misiones arqueológicas chilenas y españolas sin resultados hasta la fecha.

Santísima Trinidad

La Santísima Trinidad, que fue el navío más importante de su época. Fue buque insignia de la Armada española y quedó hundido tras la Batalla de Trafalgar en 1805 frente a las costas de Cádiz. De él se han extraído varias piezas de artillería.

Crucero Reina Regente

El Crucero “Reina Regente” perteneciente igualmente a la Armada española, fue hundido en Barbate (Cadiz) en 1895 cuando regresaba de Tánger con 420 tripulantes. Solo se salvó uno al quedarse dormido en tierra debido a una borrachera del día anterior.

Príncipe de Asturias

El Príncipe de Asturias, de la Marina mercante, conocido como “El Titanic español”, se hundió en Brasil en 1916 con 600 personas a bordo, de las que se salvaron 143. Portaban más de 40 mil libras esterlinas de oro.

El Vapor Valvanera

Y uno para la colección de Iker Jiménez: El Vapor Valvanera, hundido por un huracán muy cerca del puerto de La Habana en 1906 a solo 12 metros de profundidad, por lo que se veía su palo desde el exterior. En él viajaban 488 personas que nunca fueron encontradas (ninguna víctima), con todas las lanchas salvavidas colocadas en su sitio.

Fragata María Magdalena

Mucho más cerca, se hundió la fragata María Magdalena, en 1809 frente a las costas gallegas. Iba capitaneada por un castellano-manchego de Fuentenovilla (Guadalajara) llamado Blas Salcedo al que en plena acción bélica le sorprendido por un temporal. Fueron 550 las víctimas. A la mañana siguiente se encontraron abrazados, en la playa, los cuerpos de Blas Salcedo y de su hijo que lo acompañaba. A raíz de este suceso la marina prohibió que fueran tripulantes del mismo barco padres e hijos o hermanos. En la Playa de Covas existe un monumento que recuerda el que consideran que fue el mayor naufragio de las costas gallegas.  

Todo un mundo de misterio que se oculta debajo del mar…

P. Moratilla


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