Ayer nos asaltó de nuevo una triste noticia en Tenerife. De nuevo una mujer muerta a manos de alguien a quien durante un amplio tiempo amó, hasta el punto de darle tres hijos.
Cada día nos embarga el dolor, cuando vemos la facilidad con la que se pierde la vida, tras entregar lo mejor que tenemos a una persona que luego precisamente, sin valorar el fruto de ese amor, ni las enseñanzas adquiridas, se permite el lujo, creyéndose el «todopoderoso» de arrebatarla sin ninguna compasión.
La noticia de ayer… va incluso un poco mas allá. Supongo que él lleno de ira, introdujo varias veces ese cuchillo en el cuerpo de la mujer que tanto amo, y madre de lo que una persona mas quiere, sus hijos… Con esa falta de respeto y comprensión, con esa rabia que solo permite hacer este tipo de cosas a seres en los que en su cabeza no puede haber nada más que su propio ego. NO pensó en nadie… no pensó en buscar otro amor… otra vida… olvidarse de aquella que al parecer le causó un dolor tan enorme que le permitió quitarle la vida. Solo pensó en el.
Por supuesto no pensó en sus hijos, desde ayer huérfanos de madre, y que jamás le perdonarán. Esas puñaladas no eran solo para matar a esa mujer, sino que con ellas también mato parte de sus hijos. Mató el sentimiento de amor que sus hijos pudieran tenerle.
Ella ya se fue… y aun siendo la que mas perdió… para ella lamentablemente todo acabó… Ella es la víctima mortal. Pero existen otras víctimas, que tendrán que vivir el resto de sus vidas con un profundo odio hacia esa persona que se dejó llevar en un momento de obcecación por su locura. Tus hijos jamás perdonarán lo que les ha hecho…
En el relato de la historia, hay muchas mas victimas, amigos, conocidos, compañeros del trabajo, vecinas y por supuesto el resto de la familia de Iris, la joven madre a la que le fue arrebatada la vida la pasada tarde del sábado en Tenerife.
De entre todas las víctimas, hubo una que me lleno los ojos de lágrimas… su madre… con quien paseaba por la calle en el momento del ataque machista, y que tratando de defender la vida de su hija como cualquier madre que se precie de serlo, se metió en varias ocasiones entre el cuchillo y la victima, siendo herida también. Ella solo trataba de evitar aquella locura sin sentido a manos de alguien que compartió con ella fiestas, bautizos, comuniones, navidades… Esta mujer que no podía relatar lo vivido, sin estallar en un llanto lleno de desconsuelo e impotencia, mientras repetía… «yo quería que me matara a mi … no a mi hija». Ella es la mayor víctima junto con sus hijos de sus desproporcionadas acciones.
Iris, había pedido protección porque temía por su vida…Pero el Juez amparándose en el Fiscal no la concedió. El Fiscal amparándose en los servicios sociales hizo informe negativo. Los servicios sociales para evitar que este «malnacido» perdiese el puesto de trabajo estimó que era mejor que Iris se marchara de allí a una casa de acogida (Esta es la facultad de «todo poderoso» de que hablaba ayer y que ostentan los Servicios Sociales)… pero… ¿donde? ¿Como marcharse de allí con tres hijos en edad escolar? ¿Por qué debía ser ella quien perdiera su puesto de trabajo?. El ya tenía antecedentes penales, pero una vez mas la pretensión era que ella se marchara de allí pero ¿por que?, ella llevaba una vida normal, con su trabajo, su casa, sus hijos y su familia. El que sobraba en aquel paisaje indudablemente era él, a quien con sus antecedentes penales, y sumándole la denuncia de malos tratos, ha sido protegido, para que no perdiera su puesto de trabajo poniendo en riesgo la vida de aquella mujer.
Una vez mas nos preguntamos, ¿cuantas muertes mas? Nos preguntamos si esto es consecuencia de los recortes realizados en todo el territorio nacional por parte del gobierno del PP, sabiendo como sabemos que los últimos años se redujeron considerablemente las plantillas de los Centros Sociales y los Centros de la Mujer…
Una vez mas reflexionamos… sobre lo que tenemos que hacer a partir de ahora…
P. Moratilla
Agua Luz y Viento 