Quienes son los cómplices y los encubridores?

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Hastiada, aburrida y sintiendo vergüenza ajena, y una rabia contenida difícil de controlar. Así me siento cuando reviso las noticias del día. Cansada de corrupción, y muy cabreada cuando veo simultáneamente el egoísmo personal de los políticos y el umbral de la pobreza en el que se encuentran muchos de los ciudadanos de este país.

Durante el gobierno Cospedal, en Castilla La Mancha, y mientras mi región subía índices en la situación de «niños con carencias alimenticias», una panda de delincuentes de «guante robado» saqueaban España por sus cuatro costados. Cataluña, Valencia, Murcia, Madrid… y «de aquellos polvos, vienen estos lodos».

Después de tantas «mamamdurrias», y espantadas a la policía, ya no nos sorprende la dimisión de Esperanza Aguirre, ni la sospecha de Zaplana, estaríamos preparados hasta para la imputación del propio presidente del gobierno si llegara el caso, porque hemos sido testigos con sorpresa de los políticos, ya demasiados que uno a uno han sido portada en los medios por «corrupción». Campañas electorales millonarias, donde los rumores eran que se pagaban las presencias en los mítines del Partido Popular van teniendo explicación cuando vemos el trasiego de sobres con dinero después del último «Caso Leza», ciudadanos que entre risas contaban que se les regalaba el viaje, el bocadillo…

Para quienes hemos participado en el pasado en la preparación de campañas electorales siempre fueron sorprendentes ese tipo de comentarios, que a mi personalmente siempre me costó creer, porque el dinero de las campañas da para el merchandising, dietas de candidatos, organización de actos y poco mas, pero nos despistaban las fortunas monetarias que suelen arrimarse a los partidos de derechas. Hoy comprobamos de donde salían. Esos dineros, no pertenecían la sagas de familias de rancio abolengo que hacían donaciones altruistas para campañas electorales. Hoy sabemos que ese dinero venía de «robar a los ciudadanos» una vez tras otra, y no se trataba de pequeñas cantidades, sino de millones de euros, que iban engordando sus propias cuentas bancarias y con el que se permitían el lujo de «hacer las donaciones».

Hay un momento en la vida de las personas, en las que se decide dar un paso a un lado, políticamente, porque «todo está en orden», pero también hay un momento en la vida de las personas, en el que la crispación política se hace tan palpable, tan manifiesta, que uno necesita sentirse útil para tratar de ponerle punto final. Siempre hay una gota que colma el vaso. Un acontecimiento que marca el cambio de rumbo. En este país son muchos esos acontecimientos, dependiendo de la paciencia de cada uno, cuando observa lo que está ocurriendo. Cuando se entera de lo que ha ocurrido en el pasado reciente. Cuando uno entiende que la política no es solo cosa de unos pocos, porque cuando es cosa de unos pocos, esos pocos ensucian su reputación y su ego simplemente para conseguir mas y mas, sin importarles un ápice la pobreza, y la escasez de la ciudadanía.

Este país, como el mundo entero, sufrió una crisis económica… pero es que en este país había además demasiados imputados gobernando. Eso debe darnos qué pensar, además de confirmar que el poder puede corromper. Eso debe hacernos pensar una y otra vez, que el robo lo comete quien lo realiza, pero quienes facilitan el robo, colocándoles frente al cajón del dinero, son quienes les votan. Eso tiene un nombre… CÓMPLICES. Quienes conociendo los datos aún así siguen votandoles, también tienen un nombre…ENCUBRIDORES.

Ahora es fácil criticar a los corruptos… yo desde luego no les voté… y tu?

P. Moratilla


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