Dicen que los mentirosos profesionales se llegan a creer sus propias mentiras e incluso son capaces de cualquier cosa por defenderlas. No sabemos si este es el caso de los políticos del Partido Popular, que rozan el absurdo con su defensa increíble del ATC de Villar de Cañas.
Este miércoles, sin duda, ha sido un día alegre para una gran mayoría de ciudadanos de Castilla-La Mancha cuando se ha paralizado la construcción del «basurero nuclear» que amenazaba con acabar con una zona ZEPA y contra el que se han manifestado la inmensa mayoría de los ciudadanos de la región. Un basurero nuclear a favor del cual el último presupuesto de Mariano Rajoy había destinado 145 millones de euros con el objeto de concluir las obras, a los que hay que sumar los cientos de millones de gasto inútil destinado al mismo en todo este tiempo. Lo más doloroso de todo ello es que mientras las gentes pasaban hambre y frío o eran desalojadas de sus casas, el proyecto seguía su curso y se le seguían inyectando millones de euros. Era ese tiempo en el que se cerraban centros de salud, centros sociales, escuelas, comedores escolares o plantas de hospital. Nada ni nadie había conseguido hasta esta semana paralizar una obra encuadrada en un POM de dudosa aprobación y a costa de destrozar los servicios públicos de la región.
Aun así, el alcalde popular de Villar de Cañas, José María Saiz, quien manifestó en su día el hecho de haber realizado la compra de unos terrenos con el objetivo de construir una residencia de mayores al amparo del basurero nuclear, sigue repitiendo las últimas palabras de diputado por Cuenca, Rafael Catalá, justo el día antes de la moción de censura a Mariano Rajoy: «El ATC será una realidad«. El propio Catalá ha dicho en estos días que «Desde el PP no vamos a permitir que este proyecto se paralice» y nos preguntamos ¿qué pretende hacer ahora? Incluso el diputado popular Carlos Velázquez, sentencia que «el Gobierno de Pedro Sánchez hace muchos anuncios pero no puede hacer nada con 80 diputados«, habría que recordarle, que con esos 80 diputados ha sido capaz de quitarle el Gobierno de la nación a Mariano Rajoy.
Todas las manifestaciones vertidas durante el pasado miércoles, hacen dudar muy seriamente de si los políticos populares escuchan alguna vez lo que dicen los ciudadanos. Salir de toda esta duda sería tan simple como someter la aprobación de ese ATC a consulta popular, así sería palpable y manifiesto quienes son los que defienden un cementerio nuclear en su tierra. Aunque Saiz afirme que «No se puede jugar con el futuro de una comarca por los caprichos y la sinrazón de un gobernante«, sabemos que existe un alto número de afiliados y votantes del PP que tampoco quieren el basurero nuclear en la región. Son aquellos que no le deben su «plato de lentejas» a la política y no tienen que someterse a la «obediencia debida» de sus dirigentes nacionales y pueden manifestarse contrarios a la instalación del ATC, como se han manifestado contrarios a los trasvases Tajo-Segura que firmaba García Tejerina y si no ¿por qué no hablan de ello los diputados regionales del Partido Popular?
Una vez más la reflexión antes de depositar el voto en las urnas, se hace estrictamente necesaria. Es evidente que de ganar el PP en las próximas elecciones de 2019 volveríamos a tener lo que tuvimos bajo el mandato de Cospedal en Castilla-La Mancha. Algo a lo que no es necesario poner nombre, ni calificar, basta con que cada uno de los ciudadanos piense en qué situación estaba entre los años 2011 a 2015, aunque en su campaña afirmaron que no habría recortes, que no se cerrarían colegios, servicios sociales, hospitales ni centros de salud, porque «obras son amores, y no buenas razones» y de sobra es conocido que «las palabras se las lleva el viento» las obras son las que quedan. No cabe ninguna duda que la ciudadanía prefiere la Laguna del Hito al Cementerio Nuclear y si no que les pregunten…
P. Moratilla
Publicado en Dclm.es
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