Me ha dicho un «pajarito» que todo el mundo tiene su momento.
Que algunos se quedan parados en el tiempo, mientras que otros
avanzan presurosos cada día buscando nuevos retos.
Me ha dicho un «pajarito» que hay quien se alegra del mal ajeno
mientras otros disfrutan con los éxitos cercanos,
de la vecina, de la amiga o la compañera del gimnasio.
Ese pajarito, de dulce canto y amables trinos,
me contó que no hay nada mas divertido que buscar amigos,
ni nada mas triste que encontrar adversarios.
Que a veces nos confundimos al regalar ternura a quienes no saben apreciarla,
mientras otras veces nos sentimos sorprendidos
de haber llegado al corazón de alguien hasta entonces ignorado.
Mi «pajarito» me enseñó que quien te quiere te busca
y se mantiene a tu lado aunque a veces no lo veas.
Quien simplemente y con vanas palabras
dice que te quiere,
se mantendrá junto a ti solo mientras haya risas
pero desaparecerá con el llanto.
Es una suerte que así sea…
porque si hay algo que no se puede disfrazar es el milagro
del sentimiento profundo de sentirse amado.
Las palabras, las sonrisas y los abrazos también se hacen en el teatro.
Paloma Moratilla
Para Pablo, Blanca, Miguel y Daniel.
Agua Luz y Viento 