VILLANUEVA DE GUADAMEJUD de Aben Hud a Florencio de la Fuente

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Villanueva de Guadamejud, dentro de la Alcarría conquense, nace al calor de la villa de Huete. Lleva en su nombre el del río que atraviesa su término municipal en ambos casos en honor a Aben Hud, hijo del rey moro de Zaragoza, que le dejó estas tierras desde Alcantud hasta Huete. Allí construyó su castillo islámico medieval y militar situado en el Cerro Testigo. Villa, río y castillo eran de su propiedad. Del castillo apenas queda el emplazamiento en el que un día se asentó.

Dicen que Aben Hud fue uno de los cabecillas que intentaron independizarse de la Kora de Santaveriya. En aquellos tiempos Al Andalus tenía una división administrativa en Marcas, koras y almerías. Estas últimas como entidades más pequeñas que dieron lugar a pocos núcleos importantes salvo Santaveriya, Uclés, Huete, Alcalá y Huélamo.

Villanueva de Guadamejud se encontraba en Santaveriya que era parte del Califato de Córdoba y se extendía por las provincias de Cuenca, Guadalajara y Teruel. Tuvo capitalidad en Uclés, Huélamo y Cañete hasta que finalmente se instauró en Cuenca.

Mucho tiempo después, en 1926, en este mismo lugar nació Florencio de la Fuente, hijo de pastores y uno de los mayores coleccionistas de arte de la provincia de Cuenca. Reunió una gran cantidad de obras adquiridas con el esfuerzo de su trabajo, primero de repartidor en una tienda de ultramarinos y después como dependiente de una tienda de marca, donde se comenzó a codear con políticos e intelectuales de la época.

Florencio contaba: «Me fui del pueblo a Madrid siendo un joven semi-analfabeto para que me operaran de un oído y les pedí a las monjas que me dejaran salir. Me dejaron y me fui al Museo del Prado y allí me enamoré»

Desde entonces siempre fue fiel a su pasión por el arte, hasta el punto de que dos novias que tuvo, lo abandonaron porque todo el dinero que tenía se lo gastaba en obras de arte, según contaba el mismo. Su pasión por mostrar la cultura a todos los estratos sociales, le llevó a donar gran parte de su legado a los Ayuntamientos de Huete, Requena y Utiel donde se han creado diferentes Museos de Arte Contemporáneo con obras de Coello, Dali, Picasso, Tapies o Torner entre otros.

Florencio de la Fuente es uno de esos seres humanos que nos acercan el arte gracias al esfuerzo de su trabajo aunque su nombre pueda pasar desapercibido la mayor parte de las veces.

Gracias Florencio.

P. Moratilla


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