María Dueñas Vinuesa, «El tiempo entre las letras»

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El economista de una de las refinerías de Puertollano esperaba ser padre ese año de 1964 y al fin vio la cara de su hija,  María de nombre, Dueñas Vinuesa de apellido. Hoy nombre y apellidos muy conocidos en el mundo literario y también para los amantes de series televisivas gracias a su obra «El Tiempo entre costuras».

Su padre no era el único que celebraba esa llegada, su madre también recibió con cara de felicidad a esa niña, la primera de sus 8 hijos. Una mujer que había dejado parte de su infancia y adolescencia en Tetuán, y que fue quien inspiró el ambiente de la primera novela de su hija María.

Profesora de filología inglesa en la Universidad de Murcia, paró su actividad docente para centrarse en la escritura, y hablar sobre las mujeres. Mujeres con historias sorprendentes, porque esta ciudadrealeña considera que «ante las jugadas que el destino nos pone por delante, a veces no se puede aplicar la razón«.

Su primera novela fue un éxito que vio convertido a serie televisiva en 11 capítulos de 80 minutos, cuya protagonista era una mujer (Sara Quiroga) abandonada por su novio en Marruecos. A ella le siguió «Misión Olvido» donde otra mujer (Blanca Perea) se traslada a Estados Unidos para catalogar la obra de un autor fallecido.

Pero para María la literatura es evasión, y su pluma no deja de relatar historias como la de «La Templanza», un romance prohibido en el siglo XIX entre un empresario arruinado y la mujer de un marchante de vinos. Una obra que al igual que la primera está a punto de convertirse  en una nueva serie de televisión.

Su último trabajo: «Las hijas del Capitán». Un homenaje a las colonias españolas que vivieron en Nueva York a principios del siglo XX, donde entre la 14, la septima y la octava avenida residían 40.000 inmigrantes  procedentes de todos los rincones de España. En ella relata la historia de tres hermanas españolas durante el año 1936, y lo hace convencida de que  aquellos tiempos no eran buenos «para la lealtad y la confianza«.

Una escritora castellano-manchega, que no solo relata historias de mujer o amor, sino que además sabe ubicarlas en un contexto  histórico que las dota de un realismo supremo y además lo hace con mucho acierto.

Y es que para María, el Quijote y Cervantes «Es algo imposible de alcanzar, pero que siempre está presente como un referente«.

P. Moratilla

 


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