SAN PEDRO y la Luz del Pardal

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San Pedro es una localidad albaceteña cuyo casco está dividido en dos barrios. Uno viejo que incluye la iglesia y el Ayuntamiento y otro en el que destaca un lugar llamado «La Peñica» con magníficas vistas. Ambos separados por la vega del río Quéjola, que este año 2019 se desbordó, aunque hacía más de 50 que sus aguas no salían del cauce.

San Pedro forma parte de una de esas localidades que se quedaron sin tren, y quien sabe si por esta causa  ralentizaron su desarrollo. Por San Pedro debía pasar la Línea Baeza-Utiel, también llamada la línea Baeza-Albacete. Este proyecto comenzó a ser una realidad en los tiempos de la dictadura de Primo de Rivera, pero sus obras fueron paralizadas en innumerables ocasiones, una de ellas la Guerra Civil. En los años 40 Franco ordenó su paralización definitiva «por ser poco rentable» según los expertos del momento y en los años 90 se desmanteló definitivamente para comenzar a recuperarse en esta nueva etapa con el objetivo de convertirse en una Vía Verde.

La paralización se produjo cuando ya se había concluido más del 78% del proyecto con un total de 108 km de vías. El proyecto en su totalidad incluía 366 km de trazado, 107 túneles, 25 viaductos y 28 estaciones de las que se llegaron a construir 12, aunque nunca circuló ningún tren por ellas.

Muy cerca de San Pedro, tiene lugar el misterioso acontecimiento al que llaman La Luz del Pardal. Ocurre cada uno de noviembre en un lugar próximo a la Finca denominada La Quéjola. Desde principios del siglo XX se viene hablando de extrañas apariciones de una luz anaranjada que realiza movimientos difíciles de definir, lo hace a gran velocidad y acaba desapareciendo.

Esta luz se desplaza a una altura de medio metro o un metro del suelo y quien la ha visto dice haberla confundido inicialmente con la luz de una motocicleta, o la linterna de un cazador furtivo, hasta que fueron conscientes de sus movimientos imposibles. La guardia civil llegó a darle en cierta ocasión el alto, pensando que era precisamente un cazador con linterna. La luz se escondió entre los árboles y a pesar de que los agentes siguieron su rastro a pié, no fueron capaces de identificar la procedencia de la luz.

Historias que como siempre tienen explicaciones escépticas y otras más complicadas como la aparición de un ánima muerta, o incluso algún ovni despistado. Cada quién, que se quede con lo que más convenza a su mente, porque si le pareció una linterna, seguramente era un linterna, pero si piensa en otra explicación tiene material en la Nave del Misterio.

P. Moratilla

 


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