Hinojosa de San Vicente define con su nombre algunas de sus peculiaridades. Está rodeada de hinojo y situada en la Sierra de San Vicente, con 383 habitantes a los que llaman «jorgos».
Cuentan que escondida en esa Sierra está la cueva que sirvió de cobijo a Vicente, Sabina y Cristeta, veeecinos de Talavera la Vieja, para ocultarse de la persecución a los cristianos llevada a cabo por Diocleciano, hasta que fueron descubiertos para ser martirizados en Ávila y posteriormente hechos santos.
Esta persecución fue la última y más sangrienta realizada por los romanos contra los cristianos en el siglo IV.
El pueblo se fundó en 1.522, aunque fue aldea de Castillo de Bayuela hasta que en 1632, Felipe V le otorgó el título de villa; hecho siguen celebrando cada 10 de abril en la localidad.
Muy cerca de la llamada “cueva de los mártires”, a apenas 500 metros, se encuentran los restos del castillo construido sobre una atalaya musulmana del siglo X que fue utilizada para vigilar la Sierra de San Vicente. En el siglo XIII los cristianos añadieron un torreón, y poco después se convirtió en monasterio Templario, según consta en algún documento datado en 1578; para después ser utilizado por los eremitas. En 1599 ya estaba en ruina, cuando pertenecía a una abadía toledana llamada de los Canónigos Regulares.
Este lugar,en el que cuentan que estuvo acampado el rey Alfonso VIII durante el asedio de Salvatierra por los almohades, es un lugar inigualable para ver todo el contorno del lugar, los valles del Alberche y el Tajo, los Montes de Toledo, la comarca de La Jara, el Campo del Arañuelo, las Tierras de la Vera, el valle del Tiétar y la Sierra de Gredos. Tres comunidades autónomas, Castilla-La Mancha, Castilla y León y Extremadura simplemente con una mirada.
Poco más sabe de la historia de este castillo en el que se ha incluido un punto geodésico y que hoy es propiedad del Ayuntamiento.
P. Moratilla
Agua Luz y Viento 