BIZCOCHO BORRACHO desde Guadalajara al resto del mundo

El bizcocho borracho es un dulce típico de Guadalajara (Guadalajara, Tendilla y Cogolludo), aunque también se consume habitualmente en Cuenca (Tarancón y Vellisca), así como en la localidad zamorana de Alcañices y en la murciana de Ojós.

Consiste en una masa de repostería que una vez cocinada se pone en remojo, durante una hora, en un almíbar mezclado con licor.

Dados sus ingredientes, el bizcocho suele tener un pequeño tamaño y se presentan en cajitas de cartón, que amortigüen con éxito la humedad.

Los licores utilizados habitualmente, para su elaboración, suelen ser Cointreau, vinos dulces, jerez, ron, whisky y coñac.

No se conoce con exactitud ni la fecha ni el lugar de su origen, aunque si sabemos que a comienzos del siglo XIX ya habían hecho sus delicias toda una generación de pasteleros famosos en la provincia de Guadalajara.

A pesar de tener una presencia bien extendida en toda la geografía española, sin duda los más genuinos son los de esta provincia, cuyos maestros reposteros llegaron a ser los proveedores oficiales de este producto para la Casa Real de los Borbón.

Cuenta una leyenda que en el año 1737, encontrándose el duque polaco Estanislao Leszczynky completamente derrotado, al perder la guerra, y deprimido decidió exiliarse en Francia. Estando en el país vecino pidió a su cocinero, Nicolás Störhrer, que le hiciera un bizcocho que estuviera empapado en vino dulce malagueño.

El repostero cumplió sus deseos, cubriendo posteriormente el bizcocho con mermelada de albaricoque y azafrán toledano.

Puede que esta fuera la primera vez que el bizcocho borracho se extendía fuera de nuestras fronteras españolas, quedando absorbido también por la gastronomía francesa.

Lo cierto es que Guadalajara fue, es y será la maestra de los bizcochos borrachos, a pesar de las leyendas de duques polacos en Francia.

P. Moratilla


Deja un comentario