Este 2020 ha pasado como un rosario de lamentaciones, como un dolor infinito y con un encierro involuntario e inevitable. Este año que se va tendrá el recuerdo eterno de ser uno de los más duros para la historia de la humanidad.
Enero no nos permitió ver el horizonte, de «lo que podría llegar a ser, de no haber sido por…». Castilla-La Mancha, comenzaba el año hablando de la Mesa del Agua y de la reforma del Estatuto de Autonomía. Los diputados del PP con su presidente a la cabeza seguían haciendo “sus” trastadas habituales y los ridículos absurdos. Eran los tiempos en los que Francisco Núñez, líder del PP en CLM, pedía una reunión con los diputados nacionales del PSOE para hablar de la “modificación del Código Penal”, como si de ellos dependiera tal misión.
Todos sabíamos, que en realidad lo que pretendía el PP en aquel momento era presionar a los diputados socialistas para conseguir una traición a su líder nacional, Pedro Sánchez.
Vox tampoco andaba muy lejos de la “estupidez” política, cuando los representantes del partido ultraderechista en la región, solicitaban en el Congreso de los Diputados el mantenimiento del Trasvase Tajo-Segura, ayudando en sus peticiones a los regantes murcianos y sin importarles un ápice la sed del campo manchego; mientras el Gobierno regional, se empeñaba en dejar claro su intención que no era otra que sustituir el ATC de Villar de Cañas (Cuenca) por energías renovables.
El primer mes del año se llevó a la hermana del rey emérito, Pilar de Borbón. La mujer que renunció a sus derechos dinásticos por amor al contraer matrimonio con una persona “de rango inferior” tal como estaba recogido en la ley de la época. Una mujer que hubiera sido la reina de España de haber existido en su tiempo el artículo 14 de la hoy vigente Constitución española, al ser la primogénita de D. Juan de Borbón.
Ese mismo mes, se marchó a uno de sus “viajes por todo lo ancho de este mundo…” Félix Casas, más conocido como el Capitán Tan de los “Chiripitiflaúticos”, amigo de Valentina y Locomotoro, pero también nos dejó la reina del suspense Mary Higgins Clark.
Pronto llegó febrero que nos trajo el Pacto contra la Despoblación, y la petición de reintegro del IVA que el ministro de Hacienda de Rajoy, Cristóbal Montoro, dejó a deber a Castilla-La Mancha; nada menos que 130 millones de Euros.
A nivel nacional fueron noticia las primarias de CS y la reclamación de agua del trasvase del que fuera diputado del PP en CLM, Rafael Hernando. El alcarreño dejándose comprar por «mejor postor» ahora pide agua para Almería, provincia de la que es diputado, importándole poco lo que ocurra en el lugar que le vio nacer.
El que fuera consejero de Sanidad con Cospedal, Echániz “manos tijeras” se atrevió a hacer reproches en el Congreso de los Diputados a cuenta del debate sobre la eutanasia y dejó, una vez más, clara la premisa de que “quien dice lo que no debe… escucha lo que no quiere”.
El cine perdió dos grandes nombres este febrero. Uno el incombustible Kirk Douglas, tras haber cumplido 104 años y en nuestra tierra un gran director de cine, que nos enseñó el valor del “Amanece que no es poco”, como antesala a la expresión que se repetiría incansablemente tan solo unos días después. Castilla-La Mancha perdió al director de cine del surruralismo; el albaceteño José Luis Cuerda.
Marzo acabó con todas las rutinas, por culpa de la invasión de un virus llegado desde China. Desde el principio del año veíamos en los telediarios la lejanía del peligro, primero en Asia y luego en Italia, hasta que en marzo el virus para España ya era real.
Los primeros días de la pandemia comenzaron con el bulo sobre la “empresa de Cospedal”, cuando algunos afirmaban que Pharmamar, era propiedad de la ex presidenta de Castilla-La Mancha y que por ese motivo el Ministerio de Sanidad no realizaba ningún tipo de encargo a esa empresa. El tiempo descubrió la verdad. Ni la empresa era de la familia Cospedal (aunque si trabaja una hermana de Maria Dolores en ella); y Pharmamar ha sido una de las farmacéuticas que más trabajo ha tenido los últimos meses, siendo solicitado además por el propio Gobierno de España.
Estos días de caos, eran en los que el partido ultraderechista, Vox, hablaba de “instaurar un Gobierno de Seguridad Nacional”. El 15 de marzo de 2020 ya había en España 6.252 contagiados y 193 fallecidos por coronavirus. Las cifras irían creciendo y el décimo día, del primer estado de alarma declarado, ya había 33.089 contagiados y 2.182 fallecidos. Aun así Vox consideraba prioritario el mantenimiento del Trasvase Tajo-Segura y además solicitaba estos trasvases, ya no desde la cabecera del Tajo, sino desde el curso medio del río.
Ortega Smith dio positivo en Coronavirus, y pudimos ver las imágenes cuando en Vistalegre besaba, abrazaba y estrechaba manos a gran número de militantes de su partido. Aún con el diagnóstico positivo y sabiendo el riesgo extremo que significaba para las personas mayores; los teleobjetivos pudieron captarlo, sin guardar cuarentena, paseando por las calles de Madrid junto a su madre.
Pero si hubo una voz desafinada, agresiva y repelente que sonó durante el mes de marzo, de forma desagradable para el conjunto de los españoles fue la de Cayetana Álvarez de Toledo y su agresividad contenida o desbordada, dependiendo de la ocasión.
Marzo se llevó a la cupletista trans Carmen de Mairena pero también al cantautor y actor estadounidense, Kenny Rogers, considerado toda una leyenda de la música country.
La pandemia demostró que también se llevaba a miembros de la realeza, y a personas famosas y llenas de vida como Lorenzo Sanz, el empresario que llegó a marcar los designios del Real Madrid. La actriz italiana que fue Miss Italia 1947, Lucía Bosé, musa del neorrealismo italiano y matriarca de una conocida saga de artistas. La prima del rey emérito Maria Teresa de Borbón y Parma, conocida como la “princesa roja” militante del partido Carlista, creado por su hermano, y muy próxima al PSOE y a Carlos Falcó, marqués de Griñón y ex segundo marido de Isabel Presley.
(Continuará)
P. Moratilla
Para Dclm.es
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