SAN ANDRÉS DEL CONGOSTO y el castillo de Corlo

San Andrés del Congosto (Guadalajara) da cobijo a 74 vecinos a los que llaman cariñosamente “coretes” y está situado en el Valle del río Bornova.  

Su nombre “Congosto” nos habla de un desfiladero entre montañas. San Andrés está situado en un territorio congosto y a ambos lados de este congosto existen cuevas entre las que destaca la conocida como la “cueva grande” en la que se han encontrado restos arqueológicos. Ese congosto hoy está cerrado por la presa del río Bornova, también conocida como el embalse del Alcorlo.

Este embalse, de 599 hectáreas con tiene una capacidad de 180 hectómetros cúbicos y fue inaugurado en 1978, en aquel momento su objetivo era el regadío de las tierras, pero el descenso en el volumen de agua para abastecimiento de las poblaciones aledañas, le llevó a este fin en 1996 para los municipios de la mancomunidad del Bornova. Trece años más tarde esta carencia se amplía, por lo que el embalse del Alcorlo asumió además el abastecimiento de la mancomunidad de aguas del Sorbe en 2009.

Bajo el embalse quedó sumergida la localidad de Alcorlo (hoy dentro del término municipal de La Toba) en la que se encontraba el castillo de Corlo que incluía torreón y muralla. Fue levantado sobre una antigua torre vigía árabe que pertenecía a la marca media del califato. Junto a este castillo existía un puente, con un solo ojo, que tenía su origen en una calzada romana.

En el siglo XV su dueño era Juan de Tovar, aliado del rey de Navarra y desleal a Castilla en la guerra del reino de Castilla con el de Aragón. Cuando el rey de Castilla descubrió esta deslealtad desposeyó a Tovar del castillo que junto con Jadraque, el sexmo del Henares y el río Bornova fue cedido a su sobrina, María de Castilla, con motivo de su boda con Gómez Carrillo.

P. Moratilla


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