El mirador de MIRALRÍO

Miralrío (Guadalajara) cuenta con 53 vecinos, dos nuevos en este 2021. Está bañado por los ríos Bornova y Henares y situado a algo más de 1.000 metros sobre el nivel del mar.

Puede que deba su nombre al mirador que tiene hacia el valle del Henares, sobre la Sierra Norte de la provincia, desde el que se ven los cerros del Colmilo y la Muela, además de el de Hita, por el lado contrario y todos los pueblitos de la Sierra de la Maliciosa, ya dentro de la Sierra de Guadarrama, hasta el Pico del Ocejón, el Alto Rey, el Tres Provincias.

No es este el único lugar en el que existe una Sierra llamada de “Las Tres Provincias”, pero sí es la que afecta a nuestra Comunidad Autónoma. Situada en la Sierra de Ayllón, dentro de Somosierra en el Sistema Central, tiene una cumbre de 2.129 metros donde se unen las provincias de Madrid, Segovia y Guadalajara. Existe otra con el mismo nombre en plena Cordillera Cantábrica, con cima de 2.536 metros que separa León, Palencia y Cantabria.

Además de todas estas sierras se pueden vislumbrar los castillos de Jadraque y de Atienza.

El término municipal de la localidad sirvió de escenario a la Batalla de Guadalajara durante la Guerra Civil, en el año 1937, que se desarrolló entre el 8 y el 11 de marzo.

Este fue uno de los acontecimientos decisivos y de suma importancia dentro de la contienda, ya que según cuentan los expertos, por un lado sirvió para frenar el avance del bando rebelde y por el otro sembró la confianza en el bando constitucionalista, dirigido por el Gobierno legítimo.

Tan es así que los corresponsables internacionales exaltaron en sus crónicas el resultado de la misma. Uno de ellos fue Herbert Mattews, enviado especial del New York Times que sobre este episodio escribió “La derrota de los italianos en Guadalajara es un desastre solo comparable a la de la Batalla de Bailén para Napoleón”.

El coste también fue importante porque Brihuega, Torija, Trijueque y Cifuentes quedaron seriamente dañadas, mientras que Gajanejos fue completamente devastada.

Por estas tierras y para esta ocasión pasaron Miaja, Vicente Rojo, Lister y El Campesino, pero también cronistas y escritores internacionales de la época como fueron Hemmingway, Errol Flynn, John Dos Pasos y Antoine Saint Exupery.

P. Moratilla


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