Esta semana una triste noticia se movía en informativos y redes sociales: «El policía atrincherado en el restaurante, terminaba quitándose la vida».
Cuando uno lee estas noticias, y trata de entenderlas, intenta colocarse en la piel del protagonista. Un hombre enamorado, y decepcionado por el amor de si vida, padre de dos hijos, llega a quitarse la vida, por la separación de su mujer. Uno no puede creer que un policía valiente pueda llegar a cometer tal acto no se si definirlo como de cobardía o de valentía. Cobardía por no sentirse capaz, de vivir un minuto mas con los ingredientes que hasta ese momento le había dado la vida o valiente por terminar con su bien mas preciado… su propia vida.
Por lo que podemos saber y que se desprende de todo ese cúmulo de datos que nos han ido aportando las noticias, el hombre llevaba tiempo deprimido, y tratando de llamar la atención sobre su vida. Llegó incluso a escribir su carta de despedida en las redes sociales. Los que las frecuentamos, sabemos que son muchos los ojos que pueden leer los mensajes que enviamos… y que son muchas las interpretaciones que se pueden hacer de nuestras palabras. Seguro que al leerlo, alguien pensó, se le ha ido la cabeza, o algo así como «lo que quiere es llamar la atención», es tan fina la linea que separa ese «llamar la atención» de ese «no puedo mas», que tan solo LOS GUARDIANES DE LA VIDA, son capaces de distinguirlo.
Los GUARDIANES DE LA VIDA, siempre están pendientes de nosotros. Y sabemos que es así, porque son felices cuando somos felices, y están tristes cuando estamos tristes… y no porque rían o lloren contigo, sino porque uno tiene la certeza de que te entienden y comparten penas y alegría en toda su plenitud. Los Guardianes de la Vida, se ponen en marcha al menor atisbo de una situación complicada en la vida del otro. No esperan, no dejan pasar, y nunca piensan QUIERE LLAMAR LA ATENCIÓN, porque saben como está de roto tu corazón, ven inequívocamente los signos de fatiga de vida que puede arrastrar un cuerpo ya sin alma y sin vida.
De toda esta noticia, lo mas duro, es esa carta en facebook despidiéndose de sus hijos… haciendo partícipe a toda la sociedad de su falta de atención. De la soledad de sus últimos días. Del dedo acusador contra quien el consideraba la causa de su mal… y que nunca sabremos si era o no real. La vida de la persona que marcaba su dedo, seguramente ya no será la misma a partir de este 14 de junio. Ni la de sus hijos. Ni la de su familia… Porque todo un país hoy, conoce las razones que le impulsaron a quitarse la vida, sabe de su soledad, de su incomprensión, de su cobardía, y de su valentía. Pero dentro de unos días todos nos habremos olvidado de esta noticia, la vida sigue, aunque sus hijos seguirán sin padre, y la persona a quien apuntaba el dedo acusador probablemente no habrá superado el trauma vivido, o tal vez si… nunca lo sabremos, lo que está claro es que una losa caerá sobre todos aquellos que en algún momento le dijeron que le querían, que le apreciaban, y que le cuidarían, porque es evidente que esto no pasó. No quiero ser el juez de nadie, simplemente hago una reflexión en alto de una noticia que ha invadido nuestros días, y de la que seguramente todos tenemos una opinión.
Todo ello para comprobar una vez mas, que en la vida existen esos GUARDIANES DE LA VIDA, o ángeles de la guarda, que cuidan de nosotros…y de los que Óscar (que así se llamaba) debía tener pocos… o tal vez el mismo se alejo de ellos, aunque sus ultimas palabras nos muestran con claridad, que los tuviera o no… en ese momento no estaban a su lado, porque es seguro que sintió la mas dura de las soledades, de ahí su despedida …
«PD: si alguna vez os cruzáis en la vida de una persona y se os muestra depre por algo q le afecte los cimientos de su vida….prestadle atención….estad encima de él hasta ser pesados…no le dejéis sólo…» .
P. Moratilla
Agua Luz y Viento 