La Gran Cruz de Carlos III, tiene tanto valor como un máster en la Universidad Rey Juan Carlos

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Hemos sabido que se ha entregado la Gran Cruz de Carlos III al Gobierno saliente. El hecho de entregar de forma automática los premios o prerrogativas reales, a los gobiernos que se van hace que estos entren en una considerable pérdida de valor real, si bien el material se seguirá utilizando puesto que los designados ex ministros a partir de ahora tendrán tratamiento de Excelentísimo señor o señora.
El distintivo tiene la finalidad de compensar a aquellas personas que se hubiesen destacado especialmente por sus buenas acciones en beneficio de España y la Corona y aquí es donde empieza la duda. La fecha de la entrega probablemente ha estado premeditada para pillar al grueso de los españoles de vacaciones y por tanto ajenos a las noticias, porque de lo contrario saldría humo a la hora de valorar los méritos realizados en beneficio de España de algunos de los ministros premiados. Cospedal es una de las que recibirá el premio junto con el ex ministro de Justicia Rafael Catalá. La Gran Cruz de Carlos III pierde méritos con esta entrega, porque si para ello deben destacar en las buenas acciones y por ende tener una conducta intachable en el desarrollo de sus cargos, hay que recordar, entre otras cosas, que el ex ministro de Justicia fue reprobado por el Congreso de los Diputados por su comportamiento entorpecedor en la investigación de la corrupción del Partido Popular. ¿Merece Catalá, por poner algún ejemplo, la Gran Cruz de Carlos III y que se le llame a partir de ahora excelentísimo señor?
La Gran Cruz pierde toda su valía cuando personajes de dudoso calibre ostentan este título. Además de Catalá, actualmente tienen este distintivo Rodrigo Rato, Ángel Acebes, Eduardo Zaplana, Jaume Matas y la propia Cristina de Borbón. Recordamos por tanto al Consejo de Ministros que tal como establece el reglamento que lo regula “el distintivo será retirado cuando la persona condecorada con cualquier grado de la Real y Distinguida Orden Española de Carlos III sea condenada por un hecho delictivo, en virtud de sentencia firme y podrá ser privada del título de la misma y de los privilegios y honores inherentes a su condición”, Solo es cuestión de analizar y esperar, mientras tanto tener la Gran Cruz de Carlos III viene a ser lo mismo que un máster en la Universidad Rey Juan Carlos; y es que el Partido Popular dista mucho de ser uno de esos magos que todo lo que toca lo convierte en oro.

P. Moratilla

Publicado en Dclm.es


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