Jugar a ser político

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No hay nadie en este país que ponga en duda que los graves problemas que afectan a la población han de ser resueltos con el acuerdo de los partidos y aunque cada una de sus opiniones se impregne de la ideología que representan (los que tienen ideología), tratar de buscar una solución común desde todas las perspectivas. Eso es así siempre que se quiera resolver el problema “de verdad” y no de discurso electoralista.

Hay quien pretende hacer campaña electoral a costa de los problemas de la sociedad civil, pero con ello lo único que consiguen es que la factura la siga pagando la sociedad civil.

Pensiones, terrorismo, empleo, Cataluña… Son cuatro puntales donde las discrepancias entre todos los partidos deberían ser mínimas, tan solo matices, porque todos quieren, o al menos eso dicen, que crezcan las pensiones, que termine el terrorismo, que se amplié el mercado de trabajo… eso sí casi todos quieren que termine el problema catalán (incluso los independentistas).

Por este motivo utilizar estos temas como arma arrojadiza en precampaña electoral es lamentable. Hay temas con los que se debería hacer política de Estado y de altura, algo que tendría que ser innato en el comportamiento de los líderes políticos, aunque a juzgar por las declaraciones a los medios y los movimientos realizados, algunos más bien parecen estar en «el patio del colegio».

Francisco Núñez, presidente del PP-CLM, cuestiona los viajes de García-Page, pero critica su ausencia en Barcelona aun sabiendo que la resolución del conflicto catalán no pasa por Castilla-La Mancha, sino por el Gobierno catalán y sobre todo por el de España. Si hubiera ido probablemente le hubiera acusado de realizar «gastos innecesarios»

Si hay algo que ha escuchado la ciudadanía, y no solo la de Castilla-La Mancha, ha sido la incondicionalidad del presidente de Castilla-La Mancha a la «unidad de España»; la censura, a veces «agria», del comportamiento independentista y la lealtad constitucional a la política nacional, pero desde Barcelona, Núñez, hace campaña para lamentar que el presidente de Castilla-La Mancha no haya condenado los pactos del PSOE con los partidos independentistas, pero silencia que José María Aznar fue presidente gracias a los independentistas vascos, catalanes y canarios.

El presidente del PP en Castilla-La Mancha ha ido a Barcelona a mostrar su apoyo a las fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado pero, dos días antes,  se negó a aprobar una moción presentada por el PSOE en las Cortes regionales, que sin abandonar su puesto de trabajo, sin desplazamientos innecesarios y dejando de lado fotografías y micrófonos, tenía el mismo objetivo.

Núñez lamenta que García-Page no condene los pactos del PSOE con los independentistas, pero ¿Qué pactos? ¿Por qué no los enumera, los define, los fecha, los dicta, los fotocopia o nos los cuenta?

El popular critica los acontecimientos a los que se ha llegado en las calles de Barcelona, pero silencia que todo comenzó con la «flema» de Mariano Rajoy, y de «aquellos polvos… estos lodos».

Núñez afirma que el auténtico problema de García-Page es, «su tibieza y falta de valentía para defender la unidad de España». ¿Cuál es el problema de García-Page? ¿Que gobierna con mayoría absoluta? Cualquier ciudadanos puede comprobar, en la hemeroteca, la ingente cantidad de veces que García-Page ha defendido la unidad de España, el valor de la Constitución y también su apoyo incondicional al presidente del Gobierno en un problema de Estado, como es el del independentismo, con el que el presidente del PP-CLM, debería dejar de «jugar».

P. Moratilla

Para Dclm.es 


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