TENDILLA, el condado con sus condes en La Alhambra

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Tendilla es un pueblo de Guadalajara con 307 vecinos que perteneció en otro tiempo al Común y Tierra de Guadalajara hasta que, a finales del siglo XIV, Enrique III le segregó y le dio el título de Villa para ser donado a Diego Hurtado de Mendoza, no el poeta y diplomático del siglo XVI sino al que fuera Almirante Mayor y padre del primer marqués de Santillana, Iñigo López de Mendoza, quien heredaría las tierras.

A partir de este momento, la historia pudo inspirar la de los Arcadios de “Cien años de Soledad” de Gabriel García Márquez, por la similitud de los nombres de los protagonistas que se iban sucediendo.

A la muerte del marqués de Santiallana, le sucedió su hijo Iñigo López de Mendoza y Figueroa, adelantado mayor y capitán general de Andalucía y de la frontera de Granada, para quien el rey Enrique IV de Castilla creó en 1465, el Condado de Tendilla. Él fue fundador del Monasterio Jerónimo de Santa Ana seis años antes de morir, en 1473, aunque hoy solo quedan algunos retos.

Su hijo, Iñigo López de Mendoza y Quiñones, más conocido como «El Gran Tendilla», II Conde de Tendilla, acudió a las Cortes de Toledo a rendir obediencia a los Reyes Católicos y ofreciendo sus servicios para la conquista de Granada, fue nombrado alcaide de la Alhambra y tuvo que defenderla de los ataques musulmanes. Posteriormente los Reyes Católicos le nombraron embajador ante el papa Inocencio VIII, por lo que poco tiempo tuvo para dedicar a Tendilla.

Fue el III Conde de Tendilla, Luis Hurtado de Mendoza, quien mandara construir el castillo de Tendilla. Al igual que su padre ocupó los cargos de alcaide de La Alhambra y Capitán General de Granada. Fue el primer Mendoza en apoyar a Carlos I durante la guerra de las Comunidades de Castilla de 1520, pese a que su hermana María Pacheco y su cuñado, Juan de Padilla fueron los jefes comuneros. Fue  amigo personal del rey desde que se alojaron en su viaje de bodas en La Alhambra en junio de 1526. Ocupó importantes cargos políticos, durante su vida y solicitó, inútilmente, el perdón para su hermana, María Pacheco, que murió exiliada en Portugal, aunque lo logró para los hijos de ésta.

Por todo ello, el castillo de Tendilla nunca fue residencia del Conde, que residía en la Alhambra de Granada y luego en su palacio de Mondéjar. Pero algunos miembros de esta rama de la familia Mendoza pasaron allí largas temporadas, como Francisco de Mendoza, almirante de Aragón por matrimonio. Parece ser que este castillo fue construido sobre los restos de otra fortaleza anterior, pues en el documento de fundación del mayorazgo hecha por el primer Conde de Tendilla y su esposa el 20 de julio del año 1478 se cita a la villa de Tendilla “con…sus vasallos, e con su fortaleza e castillo de la huerta que allí tenemos…”.

Todo lo que queda en el lugar que ocupó el castillo, son algunos restos de la edificación junto a la imagen del Sagrado Corazón, colocada sobre las ruinas en 1930.

P. Moratilla

 

 

 

 


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