FUENTELESPINO DE MOYA y Andrés Cabrera

Pasear por Fuentelespino de Moya es pasear por las huellas de la historia en El Toril, con su poblado íbero; en la Fuente del Villar con su poblado árabe y el Los Villares y El Piquillo con sus restos de la etapa tardo romana.

Una villa que pasó por las fases de señorío, realengo y marquesado gracias a los Reyes Católicos en favor de Andrés Cabrera y Beatriz de Bobadilla. Un título hoy vinculado a la Casa de Alba

Andrés Cabrera nació en Cuenca en 1430 y con su origen judeoconverso llegó a ejercer de financiero, político y militar. Fue mayordomo, consejero y tesorero de Enrique IV y defendió a Isabel La Católica en la Guerra de Sucesión, motivo por el que la reina le obsequió con este marquesado, además del señorío de Chinchón. Su esposa, también de origen hebreo, era uno de los personajes más influyentes de la corte por su amistad con la reina. No en vano fue atacada durante la Guerra de Granada, en el asedio de Baza, al ser confundida con la reina. Suerte que las ropas de aquellos tiempos eran más fuertes que las de ahora, porque el cuchillo no consiguió atravesar su vestido.

El matrimonio residió en el Alcázar de Segovia, de donde Andrés era alcaide, pero con la muerte de Isabel todo cambió. A los marqueses de Moya no les gustaban los planes de Felipe El Hermoso y se enfrentaron abiertamente a él, lo que les sirvió para ser despojados del codiciado Alcázar.

Hoy los restos mortales del matrimonio descansan en Carboneras de Guadazaón, pero como testigos de la historia en Fuentelespino de Moya permanecen dos torres. La Torre de Abengamar, junto a la fuente de los cubos, de origen musulmán, que pudo dedicarse a la vigilancia de la zona fronteriza que eran estas tierras en el siglo X; y la Torre López o Torre de Don Alfonso, situada en un cerro sobre el valle de Los Rentos, desde la que se vislumbra el Castillo de Moya.

A finales del siglo XIX nació aquí Luis Marco Pérez escultor e imaginero español, pero eso… será otra historia.

P. Moratilla


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