Uno de nuestros oyentes tiene curiosidad por saber la razón por la que la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Canalejas del Arroyo (Cuenca) tiene unas dimensiones tan grandes y si alguna vez fue un castillo.
Por la inscripción que tiene en su exterior deducimos que en 1574 se terminó de construir, fecha que coincide con la presencia en el lugar de la familia Alarcón cuyo palacio fue construido poco después.
Se desconoce el origen geográfico de la familia Alarcón, pero si se conoce como nace este linaje. Entre todos sus miembros, existe un personaje llamado Fernán Martínez de Ceballos, que había sido alcalde de Toledo en tiempos de Alfonso VIII, (500 años antes de la construcción de la iglesia de Canalejas).
Cuando el rey decide conquistar Alarcón envía a Fernán con su ejército para avanzar, ya que un ejército cristiano llevaba 9 meses asediando a los musulmanes que ocupaban el castillo. Finalmente Fernán escaló la muralla de la fortaleza con ayuda de una daga. Una vez arriba cruzó las almenas, mató a los centinelas y soltó una escalera para que sus compañeros pudieran acceder a la misma. Tras ello llegó hasta la puerta principal y la abrió para que entraran todos los demás. Tal fue la osadía y la valentía demostrada por Fernán en esta gesta, que el rey le otorgó el nombre de la localidad. De esta manera quien fue Fernán Martínez de Ceballos, pasó a ser Fernán Martínez de Alarcón, primer miembro de la familia Alarcón.
Esta familia era propietaria en Canalejas del Arroyo de un Palacio, pero también de un molino y una ermita.
Se desconoce a ciencia cierta quien dio la orden para la construcción de la iglesia, pero fue construida por los canteros más destacados del momento, como Martín de Ocaña, Rodrigo de Pedrosa y Hernando de Palacio que efectivamente le dieron la apariencia de fortaleza.
Originalmente tenía tres naves, pero fallaron las columnas, por lo que fue necesario reforzarla con contrafuertes y arcos complementarios, dejando una sola nave y acentuando con todo ello, aún más, esa apariencia. Esta es la razón por la que Pascual Madoz la consideró “de las mejores del Obispado de Cuenca por su capacidad, su suntuosidad y la excelente arquitectura de su fábrica”.
Recientemente los vecinos han hecho un nuevo descubrimiento en ella. En plena pandemia (año 2021) han comprobado que en primavera y otoño, una de las ventanas de sus pareces permite que entre el sol de forma directa al sagrario, alumbrándolo a la perfección. Esto demostraría los conocimientos astronómicos de los constructores y llama poderosamente la atención de los curiosos.
P. Moratilla
Agua Luz y Viento 