Aixa Galiana, la princesa mora de Talavera de la Reina que traicionó a su esposo

Aixa Galiana nació entre el siglo X y el XI en la ciudad de Toledo. Era sobrina del último rey moro de Toledo, Al Qadir.

En este tiempo las luchas entre moros y cristianos eran habituales en la ciudad de Toledo, por lo que el rey moro pidió a unos nobles, amigos, castellanos y cristianos que acogieran en su hogar a su sobrina Aixa, que había sido prometida en matrimonio con el rey moro de Talavera de la Reina Jazmín Hiaya.
Aixa fue bien recibida en Ávila, criada y educada en una familia con medios y convertida al cristianismo por estos, siendo bautizada con el nombre de Urraca, el mismo que tenía quien había sido su “madre de acogida”.

Pronto aquella niña que había sido prometida en su nacimiento al rey de Talavera, se convirtió en una hermosa mujer, capaz de enamorar a moros y cristianos por su extraordinaria belleza. Fue pedida su mano en numerosas ocasiones, pero Aixa tenía claro que solo daría el sí a quien de verdad quisiese su corazón.

Cierto día apareció el alcalde de Ávila, encargado de la repoblación de estas tierras, que tenía por nombreo Nalvillos Blázquez. Aixa-Urraca quedó prendada del galán y contrajo matrimonio por amor, tal como había prometido, con él.

Nalvillos viajaba con asiduidad a las tierras de Extremadura, por gestiones que debía realizar y Jazamín Hiaya, antiguo prometido de Aixa, quiso conocer a la mujer en que se había convertido aquella niña a la que había estado prometido. Para ello aprovechó que debía viajar a Ávila para fijar el precio de unas tierras y se acercó hasta la casa de Aixa.

Ambos quedaron enamorados perdidamente, hasta el punto en el que la joven princesa mora decidió viajar hasta Talavera con Jazmín para dar cumplimiento a la promesa que les unía cuando ambos eran niños.

Cuando Nalvillos volvió a Ávila y comprobó la traición de su mujer, acudió a Talavera con 300 hombres armados que primero asediaron Talavera, luego tomaron la ciudad, consiguieron prender a los amantes y los ejecutaron esa misma noche.

Sin embargo, como en todas las leyendas, existen varias versiones y hay otra que dice que la joven Aixa no se fue con Jazmín, sino que fue secuestrada por este.

Cuando Nalvillos volvió a Ávila, pidió ayuda a 50 hombres armados y viajaron hasta Talavera, pero solo él entró en la ciudad, con una bocina. Pidió a sus amigos que esperasen escondidos en las afueras de la ciudad y disfrazado de leñador llegó hasta el Alcázar de Talavera, donde se encontraba su mujer. Al verla en el dormitorio la llamó para sacarla de allí, pero quedó sorprendido al comprobar que Aixa se había enamorado de Jazmín y decidió entregarle a su propio marido.

El rey de Talavera decidió quemar en la hoguera a Nalvillos en las afueras de la ciudad y con tal objetivo fue conducido a un lugar apartado. Antes de colocarle en la hoguera pidió su último deseo: tocar la bocina y así fue, siendo esta la señal a los 50 hombres armados para atacar. Estos consiguieron hacerse con el control de la situación.

Finalmente la hoguera se encendió y allí fueron quemadas dos personas, el rey moro de Talavera, Jazmin y su amante Aixa.

P. Moratilla


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