YÉLAMOS DE ABAJO recupera tradiciones

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Yélamos de Abajo tiene 64 habitantes y está situado en el valle del río Tajuña. Dicen que el origen del lugar puede estar en el siglo XII en tiempos de la Reconquista y que perteneció a la Orden de Santiago.

Sus construcciones relatan parte de la historia del lugar, con su Fuente de los Moros y las gárgolas que la adornan con cabeza de león y que esconde una galería abovedada de al menos 60 metros. Todo un complejo hidráulico romano que nos induce a pensar que en estas tierras residieron pobladores celtíberos.

Tiene la llamada Plaza de Abajo, más conocida por la plaza de la fuente redonda, alejada del núcleo urbano del pueblo, es el lugar donde originalmente se encontraba el rollo de jurisdicción, la picota, datada en 1794. Está considerada la más joven de toda la provincia de Guadalajara.

Muy cerca se encuentra La Torrecilla. Los restos de una antigua torre vigía, que muy probablemente sirvió para el control de los valles regados por el arroyo de San Andrés.

Yélamos de Abajo ha recuperado en 2015 una de sus tradiciones populares, «La Botarga», tras siglo y medio de parón. La última vez que salió una botarga en Yélamos fue antes de la última Guerra Carlista, aunque hasta entonces y a partir de ahora la botarga se despierta cada miércoles santo, para acabar en la hoguera del sábado santo. Los yelameros han tenido que esperar 139 años para recuperar una tradición que nadie vivo en la localidad recuerda, aunque los más ancianos si cuentan historias, de esas que pasaban de padres a hijos, que han sido suficientes, junto con los archivos del lugar, para recuperar a este personaje y colocarle la misma indumentaria que llevaba hace más de 100 años, acompañada por pasacalles que amenizan la jornada con dulzainas y tambores, así la molesta botarga, que mancha de ceniza las caras de las jóvenes, ha vuelto a recorrer las calles del pueblo.

El mérito ha sido de un grupo de jóvenes preocupados por mantener las tradiciones de su pueblo, ojalá cunda el ejemplo.

P. Moratilla

 


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